miércoles, enero 23, 2008

Un paseo por la vieja Arse

Hoy nos toca pisar un sitio emblemático del mundo antiguo ibérico. Este lugar es Arse, la actual Sagunto. Junto con Numancia y su admirable resistencia, la tres veces milenaria Gádir fundada por los fenicios, de la que dicen es la ciudad más antigua que siga habitada, no sólo de la península sino de todo el occidente europeo, la Nueva Cartago, fundada por Asdrúbal el Bello, yerno de Amílcar Barca, y como no, la enigmática Tartessos , patria chica de los argantonios, si se me permite el chascarrillo, y de la que aún no se conoce su ubicación, si existió como tal una ciudad así llamada o si sólo fue el nombre que se dio a la más antigua civilización ibérica conocida, se puede decir que Arse, junto a todas ellas, constituye una de las ciudades prerromanas más nombradas y significativas de dicho periodo histórico. No hay que olvidar otras muchas, pero sobre todo las dos primeras son bien conocidas por sus epopeyas, Numancia soportando varios asedios durante años hasta que finalmente sucumbió a un cerco extremo y Sagunto aguantando varios meses las distintas acometidas de uno de los ejércitos más poderosos del momento, el cartaginés. La Enciclopedia "Pueblos de España", de Ediciones Rueda de 1995, describe la propia leyenda en la que se convirtió la resistencia de Arse de la siguiente manera:

La ciudad estuvo sitiada durante ocho meses y al filo de sus fuerzas, sus habitantes intentarán pactar con el enemigo. Pero las condiciones exigidas por el general cartaginés (Aníbal) serán tan duras que optaron por aguantar hasta el final. En este punto de la historia, la leyenda se apresura a contarnos que los saguntinos encendieron una inmensa pira en la que ardieron sus riquezas y aquellas personas no válidas para el combate, mientras que los restantes entregaron su vida en la última batalla.













En este último hecho, la historia oficial sitúa la causa del inicio de la Segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago, una "guerra mundial" del momento en el mundo conocido de estos pueblos u oikouméne, que dirían los antiguos griegos. Ambas civilizaciones buscaban hacerse con el poder de las tierras ibéricas, tan míticas en la antigüedad por sus riquezas.

Pues un día, no cualquiera (nunca puede serlo en lugares como éste) del año que terminó y más de dos mil doscientos años más tarde de que lo hiciera Aníbal, ahí llegaron, con fines más pacíficos, unos humildes argantonios ilusionados con el privilegio de conocer in situ esta antigua población. Arse fue la ciudad más importante del pueblo ibero de los edetanos, sin olvidarnos, por supuesto, de la otra población de igual importancia y de la que este antiguo pueblo toma su nombre, Edeta. Ya daremos también cuenta por aquí de ella. Pero Arse, aún siendo una población más de la zona en sus inicios, pasó a triunfar en el tráfico marítimo y a mantener una intensa relación comercial con los romanos. Sobre su origen circula una hipótesis que dice que quizás fuera una población fundada por colonos griegos procedentes de la isla jónica de Zakynthos, pero no deja de ser eso, una hipótesis. La postura, más extendida, es la que otorga origen ibero a esta población y una fundación sobre el Siglo V a. C.













Antes de nuestra llegada, visitamos una feria medieval en la plaza de toros de Valencia. El encuentro fue casual, pues la bonita Estación del Norte de Valencia, como sabréis los que conocéis esta importante capital levantina, se encuentra junto a la plaza de toros y así, tras perder un tren y hacer tiempo hasta el siguiente, decidimos dar un paseo por los alrededores, descubriendo dicha feria medieval donde puedes tomarte un montado de morcilla como lo harías en un bar normal, aunque no más barato, sólo que aquí a la mujer que te atiende la tienes vestida de antigua mesonera, lo cual no deja de estar gracioso. En la galería de fotos que os ponemos más abajo se encuentra alguna foto de esta feria. La verdad que Valencia estaba hasta arriba de gente y no es que se estuviera celebrando la llegada de la primavera con sus famosas fallas. Ese fin de semana, además de que fue el puente de la antigua y ancestral festividad de los difuntos, se celebró la última prueba del mundial de motociclismo en el circuito de Cheste. Valencia estaba repleta de moteros y gente visitante de fin de semana aprovechando dicho puente, cual fue nuestro caso.

Tras nuestro paso por el medievo, volvimos a la era industrial del ferrocarril y tomamos un cercanías dirección Castellón, aunque nuestro destino nos haría apearnos antes, en la antigua ciudad edetana. Según se va llegando, impresiona la aparición de la imponente fortaleza, que tanto costó tomar a los púnicos de Cartago, y que, a lo largo de un extenso promontorio, se extiende a nuestra izquierda, con los montes del Parque Natural de Sierra Calderona de decorado de fondo. Este parque natural, conjuntamente a la ciudad monumental, constituye una simbiosis perfecta más de las tantas que, afortunadamente, tenemos en la Península Ibérica entre ciudad histórica y entorno natural singulares. Así, a bote pronto, a cada uno de nosotros siempre nos aparecen unas cuantas en la cabeza, sobre todo las más cercanas a nuestro lugar de residencia y, por tanto, mejor conocidas. En mi caso, siempre acuden a mi recuerdo, las simbiosis Sepúlveda-Hoces del Duratón, Sigüenza-Barranco del río Dulce, Molina de Aragón-Alto Tajo,Tarazona-El Moncayo, Cuenca y su serranía, etc. Pues hete aquí, una más que no puede pasarse por alto, la simbiosis Sagunto-Sierra Calderona, a pesar de que ciertas urbanizaciones han ido arrancando parte a esos montes. Ya se sabe como está la cuestión del urbanismo desde hace años por el levante peninsular.













El tren llegó a la estación y nosotros, tras pasar por la parte nueva, comenzamos nuestra subida al casco histórico. La Plaza Mayor porticada de la localidad recuerda al estilo de plaza mayor castellana, más que al propio de la zona levantina. Junto a ella se encuentra la iglesia de Santa María, de estilo gótico, y adosado a ésta, los restos de lo que dicen fue un templo romano dedicado a la diosa Diana. Una vez más nos topamos con la sobreposición de lugares de culto, de los que tantos ejemplos tenemos. De ahí, tomamos la calle del Castillo, carrer del castell en valenciano, donde nos adentramos de lleno en el Sagunto medieval, aunque más bien habría que decir el Murviedro medieval, pues así pasó a llamarse, la que antes fue Arse y después Sagunto, en época musulmana, más bien, para ser más exactos, el propio nombre árabe fue Morbiter, lo que en valenciano pasó a ser Molvedre o Morvedre y en castellano Murviedro, nombre que tuvo hasta 1869 cuando pasó a llamarse, de nuevo, Sagunto. Así es conocida además la comarca, Camp de Morvedre, de la que Sagunto, como su nombre indica, es su capital.














En su caso histórico medieval, son muchas las casas vetustas, con sus escudos de armas, que te puedes encontrar y destaca sobre todo su judería, en muy buen estado y con varios arcos de entrada a la misma. Yo, desde que visité, hace unos años, la que dicen mejor conservada de la península, la judería de Hervás, en la provincia de Cáceres, me he convertido en un admirador de las mismas y me he aficionado a, otro más de los pueblos que forman parte de nosotros, los sefarditas. La de Sagunto supongo que no estará igual entre las más importantes, al menos no está institucionalizada como tal, entre las juderías que forman parte de la Red de Juderías de España, pero a mi personalmente me gustó mucho y quería compartir con vosotros esa sensación. Es pequeñita, pero mantiene la pura esencia de una auténtica judería. Recorriendo sus estrechas calles ya de noche, sentí lo que se siente siempre en lugares de este tipo con tanta historia, me empapé tanto del mismo, que me daba la sensación de que estaba en esta judería a la vez que en cualquier otra de las que ya he visitado en Toledo, Segovia, Hervás, Ávila o Sevilla y su emblemático barrio de Santa Cruz, tienen un punto en común muy claro. Tenía claramente ese toque en común con las demás que tanto me fascina cuando visito una de ellas, aunque esto es extensible, no sólo a juderías, sino a todos los barrios medievales, en general, que se conservan en muchas de nuestras poblaciones ibéricas. En ese sentido, habiendo visto poquísimo aún, por supuesto, en Granada he conocido lo que sería la puerta al mismísimo paraíso. Todo lo que se hable de esa maravilla es poco. Pero vamos, volviendo, a la más humilde, pero tampoco menos encantadora judería de Sagunto, en ella han abierto, una tienda-museo, llamada Casa Judía, que además organiza visitas guiadas en el antiguo Sagunto.














Justo aquí, nos encontramos en la parte más alta de la actual ciudad, junto al famoso Teatro Romano de Sagunto, primer edificio declarado monumento nacional en 1896, y a los pies del promontorio, que se extiende casi un kilómetro por lo alto, en una especie de meseta con bajadas y subidas, donde se encontraba el nucleo originario de Arse y donde se encuentra muy bien conservada, y usando el calificativo de la impresionante constucción china, la gran muralla que bordea el altozano saguntino. A la derecha del teatro, hay una senda que bordea el cerro, de éstas que llaman ecológicas y que son un plácer recorrerlas. Hay algún tramo, entre arboleda, donde puede parecer con las subidas, que se está haciendo auténtico senderismo de montaña, si se me permite la exageración. En esa ladera, poco más arriba de las casas de la judería y muy cerca del teatro, se ven bastantes restos de piedras trabajadas, que te hacen adivinar que ahí hubo algo en tiempos pretéritos. En mi ignorancia, por la proximidad del Teatro mandado construir en tiempos de Septimio Severo y Caracalla, pensé que podrían ser restos de lo que sería parte del foro romano de la ciudad, pero luego ya vimos que éste se encontraba arriba, dentro del recinto amurallado. En principio no sería descabellado que el foro romano se hubiera ido desplazando hacia la parte baja, pues una vez quedó "pacificada" la Península Ibérica, muchas poblaciones abandonaron las alturas para asentarse en la llanura. Un ejemplo, no muy lejano para el que estas líneas escribe, podría ser el de la antigua Ikesankom Konbouto de los carpetanos, nombre este último que, latinizado después, daría Complutum, la actual Alcalá de Henares. Pues bien, su poblamiento originario carpetano, donde se pueden contemplar parte de las cimentaciones de sus viviendas, se encontraba en el conocido como Cerro del Viso. Éste quedó deshabitado pasando la población, en época romana, a ocupar el casco antiguo de la actual ciudad. Mas sin entrar en más divagaciones, buscando información al respecto, encontré este artículo, que os enlazo a continuación, sobre las juderías de Valencia y Sagunto, donde se dice que aquello son los restos del antiguo cementerio judío y que alguna de sus lápidas se conserva en el Museo Arqueológico de la ciudad, museo que, desafortunadamente, no pudimos visitar por encontrarse cerrado a nuestra llegada, aunque a través de las cristaleras pudimos hacer alguna foto.














Artículo sobre las juderías de Valencia y Sagunto

Tras esta aproximación por el cementerio judío y la senda ecológica, hemos de volver al punto de encuentro de estos dos, el Teatro Romano. En cuanto a su reconstrucción, como es bien sabido entre los interesados por estas cuestiones y por las polémicas políticas suscitadas (aunque estas últimas, por supuesto, son las que menos tendrían que recavar la atención sobre estos asuntos), apenas dejó reconocible la autenticidad del teatro, por muy ruinoso que éste se encontrara. Aquí entra en juego el dilema entre ¿qué es más importante, si dejar el lugar en sí mismo con sus pertinentes conservaciones como yacimiento arqueológico o reconstruirlo para de nuevo poder volver a utilizarlo con el mismo fin con el que se construyó hace casi dos milenios?. En su momento, se optó por lo segundo, y ahora, tras varios años de pleitos judiciales, el Tribunal Supremo, como última instancia, ha entendido que dicha reconstrucción vulneró, la ya vigente por aquel entonces, Ley del Patrimonio Histórico, por lo que la Sala del Contencioso-Administrativo de este Supremo Tribunal, ha confirmado el plazo de dieciocho meses para revertir el Teatro a su anterior estado, lo cual se antoja bastante complicado. Es una pena que una reconstrucción, con tan poca fidelidad al objeto de su actuación, haya provocado todo esto. Un paseo entre sus vomitorios puede ser lo más parecido a contemplar en su estado original este teatro, con su natural deterioro acaecido por el transcurso de los siglos.














Por la parte trasera del teatro, sube una pista asfaltada que, tras un zigzag, te encamina a la entrada de la fortaleza de la antigua Arse, que tanta devoción nos produce. Dentro, lo ibero, romano, visigodo y musulmán se dan la mano, cada uno con su espacio emblemático, incluido su homenaje a la Independencia que este año celebra su segundo centenario, con la Plaza Dos de Mayo, y donde también tuvo Sagunto a su gran héroe local , José Romeu. Desde lo que se conoce como Plaza de la Almenara, lo que fuera una fortaleza de época musulmana, en la zona oriental del castillo, se ve la población de Sagunto a los pies del promontorio a una altura de vértigo y a lo lejos, junto al mar, el núcleo urbano de Puerto de Sagunto, donde se pueden apreciar las fábricas de su famosa industria siderúrgica y sus torres de apartamentos destinadas en gran parte al uso turístico veraniego, produciendo un gran contraste. Hacia el sur se contempla, muy al horizonte, la gran aglomeración de la ciudad de Valencia, ésa que quitó la hegemonia a Sagunto a partir de la llegada de los árabes, y hacia el noreste, se pueden adivinar como si fueran una sola, las poblaciones de Villarreal y Castellón. Continuando con el castillo, muy cerca de la Almenara está la Plaza de Armas, donde se encuentan los restos del foro romano y donde se puede contemplar la planta de lo que fuera un templo, así como varios fragmentos de columnas y una cisterna tallada en la roca. No busqueis en Sagunto un castillo al estilo convencional de los que aún se conservan, por mucho de que haya existido y así sea nombrado como tal, buscad más bien varios castillos en uno solo, o más bien buscad un gran recinto cercado por murallas muy bien conservadas, donde encontrareis en su interior las huellas de nuestra propia historia a lo largo de los siglos y, sobre todo, buscad los horizontes y los atardeceres que los propios saguntinos vienen contemplando desde hace dos milenios y mitad de otro.













P.D. Una cita obligada tiene que ser para los restos del Circo Romano de Sagunto, que por desconocimiento de su existencia, no contemplamos sobre el terreno. Según se cuenta, gran parte está enterrado bajo el nucleo urbano, pero junto al río Palancia, aún se puede ver parte de lo que fue. Otra cita para la Sierra Espadán, hermana gemela de la Sierra Calderona ya mencionada, y que viene a unirse casi con el mar de las olas vinosas, como solía describirlo el antiguo poeta griego, por lo visto gustaba de los vapores dionisíacos, y ¡bien que hacía!.












Galería de fotos:

3 Comments:

Blogger ABRAHAM LÓPEZ MORENO said...

Fenomenal post muy bien documentado y fenomenal viaje, nos ha transportado al pasado y me has recordado en alguna foto las calles de la judería de Jaén.
No se si sabrás que tengo otro blog de mi cosecha que habla de Jaén: Jaén es una Ciudad Antigua. Así empiezan muchos libros de historia para hablar de este entrañable paisaje jiennense. Pero yo me atrevería a decir que también es una ciudad desconocida y olvidada por mucha gente en este mundo, y no hay que ir tan lejos, en esta España en la que cada cual defiende su tierra como buenamente puede.
Jaén es una de las ciudades más antiguas de España, ya que recientemente ha sido descubierto un yacimiento neolítico en la zona denominada Marroquíes Bajos, en el norte de la ciudad, que data de aproximadamente 2.500 años antes de Cristo. Jaén fue a continuación un campamento cartaginés, antes de la llegada de los romanos, que le dieron el nombre de Auringis o Aurgi, por la presencia de oro. Aún quedan algunos vestigios de esa época. Después de la etapa visigoda, la dominación musulmana de la denominada Geen (camino de caravanas) se extendió hasta la conquista por Fernando III el Santo en 1246. Hasta esa fecha Jaén era cabecera de su propio reino y una de las mayores ciudades de Europa.
Jaén es una Ciudad Antigua pero a la vez quiere ser una ciudad moderna, rica por su cultura y tradiciones, abierta al mundo, lo mismo que se abren sus radiantes flores al despertar el día.
El cometido de este blog es el de sacar del olvido y desempolvar, poco a poco, todos los rincones de esta ilustre Ciudad que como reza su himno, está llena de luz, de olivares, de sultanas pastiras, de brazos abiertos de mujer…
Si como veo, te sientes amante de la historia y el arte, Jaén puede resultarte un maravilloso paraíso... Descúbrelo.
Saludos desde “Jaén. Bella ciudad de luz”

11:24 a. m.  
Blogger Ermengardo II said...

Torrencial, como siempre. Para cuando algún reportaje sobre algo soriano?

11:05 a. m.  
Blogger Argantonios said...

Hola amigos, pues fijate koborron qué casualidad, tenía pensado tomar fotos de Numancia en breve, que la vez anterior que estuve no tenía cámara, y por supuesto las pondré por aquí. La putada, que yo no tengo coche (ni carnet jaja, a ver si me lo saco ya), así que a ver si se apunta algún argantonio o argantonia que tenga coche y se puede hacer un recorrido por la provincia. Está entre las favoritas de las que conozco, sí señor.
Abraham, muchas gracias por todos esos datos que has dado de Jaén, sí que tengo pendiente conocer Jaén a fondo, he pasado bastantes veces camino de Granada o Almería, pero aún no conozco esta ciudad y mira que dicen que es mágica e interesante, el castillo en todo lo alto es espectacular cuando lo ves de lejos al pasar impresiona su altura y el enclave en si de la ciudad rodeada de montes. La ciudad que sí conozco de tu provincia es Úbeda, que menuda joyita también, Baeza no la conocí, porque fuimos a un festival de rock'n'roll, el Reverb in the olivas festival, e ibamos en otro plan. Con tu permiso, Abraham, voy a poner un enlace a tu página, un gusto que haya gente que se lo curre como vosotros. Un abrazo colegas

5:24 p. m.  

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